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jueves, 21 de marzo de 2019

Una mirada a El Soberano

   



Por Jane Riva

Si bien luciò algunos momentos bien logrados, como conjunto la premiación artística de El Soberano careció de un impacto coherente, a mas de que estuvo muy afectado de una pobre dirección de càmaras.
Casi cuatro horas de transmisión resintió la gala, que deberá considerar urgentemente recortar reconocimientos si no desea que el próximo año se hunda en el aburrimiento.
Resumiremos nuestra ojeada al màs importante evento del país en materia de galardones al arte y la comunicación de la siguiente manera:
1-El justo homenaje a Anthony Rìos y una participaciòn estupenda de Danny Rivera quedó arruinada con la entrega de una estatuilla al intèrprete domìnico-borìcua. Debiò concluirse con Anthony. Una falla evidente de producción que deslució el merecido homenaje a Rivera, pero que correspondìa a otro momento. 
Por demás, los televidentes no pudimos apreciar el comienzo del segmento en que se recuerda a quienes partieron. La pésima dirección de càmaras nos privò de poder apreciar el rostro de una Jatnna Tavàrez conmovida hasta las làgrimas por el reconocimiento a sus 3 años de carrera. Mientras, los camarazos gratuitos al rostro del Bad Bunny fueron sencillamente abusivos.
2-Bien que alguien se ponga emotivo y cite el caso de Venezuela, pero la reiteración ya era una necedad. No era el escenario adecuado y fue toda una torpeza.
3- El momento màs emotivo fue el de Juliana. Muy conmovedor. Làstima que su discurso tan extenso le hizo perder algo de efectividad emocional.
4-Por el contrario, demasiado corto el homenaje-recordatorio de un grande como Joseìto Mateo. Con tantas intervenciones  que ha tenido Gilberto Santarosa, se echò de menos que la dedicatoria al Rey del Merengue pareciera un telegrama.
5-Bien que se desee atraer al público joven a los premios, pero que cada año el peso del tema urbano sean tan cargante acabarà por convertir la gala en una presentación que artísticamente quedarà muy limitada.
6-Para què añadir un breve discurso de los miembros de Acroarte que acompañan reconocimientos? Minutos de màs que deben restarse para agilizar el premio. 
7-Pero sobre todo, se hace imperioso ajustar los premios. Demasiados. Es la verdad.  Con tan pocos espacios en cada gènero, y una producción televisiva en crisis que privilegia los enlatados, la repetición de galardones ya cansa. No tiene sentido.
8- Milagros Germàn resultò de una preminencia indiscutible, pero su voz en ocasiones chillona y otras simplemente fuera de modulación desentonaba a màs no poder. Y su interpretación de una cantante de òpera no logró su cometido pues no fue hilarante, pero sì penosa. 
9-Debe revisarse nueva vez para què se otorga el Gran Soberano. Pues ocurre en ocasiones que no parece ni el reconocimiento a una trayectoria ni el premio a un año sobresaliente, como ha ocurrido en ocasiones. Anthony Santos està en la cúspide de su carrera, a la que todavía faltan lauros por añadir, aunque estè cerca de la consagración.  Debe estipularse si se quiere galardonar el mejor de todo un año o un grande de todos los tiempos.

10-Còmo es que Acroarte ha promovido letras limpias en la temática de los urbanos y, sin embargo, el Bad Bunny promueva la hookak? No habrá sido contratado a instancias  de empresarios con intereses extra premio?

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