MICHELLE FLORES
Santo Domingo.-Quizá algunos hayan olvidado el nombre de Michelle Flores, pero la mayoría recuerda esa rubia de las llamadas monumentales Chicas del Can de 1992 y que en su voz dejó escuchar famosas canciones como “Celoso”, “La pasola”, “Voy pa’ ya” y muchas más.
Ella está de regreso en la música, pero con mucha más madurez que antes, pues dice ya no es la niña que llegó a Las Chicas del Can con menos de 20 años de edad, sino una mujer de experiencia, con una hija, un hogar y los pies puestos sobre la tierra.
La familia
La llegada de su hija de cuatro años, Priscila Marié, fue lo que la obligó a alejarse por un tiempo de la música, época en la que pudo disfrutar de lo lindo que es ser madre.
La niña ya tiene cuatro años y dice que al parecer seguirá los pasos de su madre, por lo mucho que le gusta cantar.
Contó que Priscila no para de ver los vídeos de Las Chicas del can, donde su madre canta y el que más le gusta es “Voy pa’ ya”.
“Yo no quiero que mi hija cante, porque uno no tiene vida familiar, pero a ella le encanta la música y vamos a ver qué pasa con el tiempo”, dijo Michelle.
La joven merenguera, que vino al país desde Guatemala para ser parte del la orquesta Mandarina a principios de los 90, dice que aunque está lejos de su familia aquí se la pasa bien, porque la gente la quiere.
La familia de su esposo es su todo, pues se lleva bien con cada uno de ellos.
En merengue
Ella regresa con merengue y bachata, con un grupo compuesto por hombres. Su primer corte promocional lleva por título “De hoy en adelante”, el cual tiene previsto llevarlo a la radio este mes. Dice que es un merengue diferente, pues entiende que no debe volver con lo mismo que ha hecho.
También tiene una bachata a dúo con Jossy Acosta, de quien dice es un muchacho que tiene un buen timbre de voz y con mucho futuro como artista. Confiesa que no tiene un patrocinador, pero su pasión por la música la hizo poner de nuevo en este camino.
“Sé que es difícil estar en la música en este momento, pero se puede hacer merengue y se puede crecer con el merengue, porque a la gente le gusta esta música, lo que nos falta es producir mejor, porque creo que se está haciendo lo mismo y ahí es que está el asunto”, dijo Michelle.
Robinson Ramírez es un joven pianista que trabaja en los arreglos con la artista, quien dice confía plenamente en lo que hasta el momento ha visto en este nuevo proyecto.
No estaba retirada del todo
A pesar de no estar grabando, Michelle no ha estado alejada de de la música.
Ella realiza actividades artísticas donde recibe el calor del público.
Precisamente, esa gente que encuentra a diario es la que le ha hecho sentir el deseo de regresar, lo que sumado a la pasión que tiene por la música, ha aflorado en ella ese espíritu que tiene todo artista y que en ella estaba un poco dormido.
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