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martes, 30 de septiembre de 2014

El Rey Supremo Luis Vargas revela enfermedad de sus padres lo retiro de la musica y el deseo de ellos lo regreso

                                      

Después de una temporal e inexplicable retirada del escenario musical, en el pináculo más alto de su carrera artística, pero mantenido una vigencia constante en la radio y centros de diversión de los diferentes pueblos de la República Dominicana a través de cientos de temas musicales que han sido éxitos, Luis Vargas revela que situaciones familiares fueron la verdaderas causas que lo obligaron a alejarse físicamente de su público durante tanto tiempo.
Vargas, notablemente compungido, y bajo la advertencia que nos hiciera, de que no le gusta tratar este tema, ya que son cuestiones que quiere olvidar, pues cuando lo trata, inmediatamente desea aislarse en su casa porque la tristeza lo embarga, a veces por un largo tiempo, nos manifestó que las terribles dolencia que padecían sus progenitores, la cual los mantuvo postrados en  cama, lo saco del ambiente musical.
El intérprete del éxito “Póntelo Duro”, revelo que  prefirió ausentarse del ambiente musical, para dedicarse a cuidar a su madre, que sufría de cirrosis hepática por la cual estaba asistiendo frecuentemente a los hospitales,  así como a su padre, que padecía una parálisis de la cintura para abajo, que lo mantenía postrado permanentemente en una silla de rueda.
“Yo quería, y todavía amo a mis viejos, aunque lamentablemente se hayan ido, e hice y le ofrecí, todo lo que pude en vida, e incluso abandoné fama, fortuna, y uno de mi mejores momentos en la música, para dedicárselo a los dos seres que me dieron la existencia, y por los que, si era necesario, ofrendaba mi vida por la de ellos”, expuso con lágrimas en los ojos el llamado Rey Supremo de la Bachata.
Explicó Luis Vargas que la enfermedad que padecían sus progenitores le conllevaba a estos,  a estar por largo tiempo internos en una clínica, y él (Luis Vargas) tenía que proceder, dejando cualquier actividad que estuviera amenizando cuando le llegaba la noticia de su recaimiento. “Dejaba todo, y me iba inmediatamente al lugar donde estuvieran a cuidar de ellos sin importarme las consecuencias”.

Por Miguel Melenciano
Para Mundodelarte rd

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