Labels

martes, 30 de septiembre de 2014

TV Serie televisiva El Chivo: insulto a la dominicanidad

                                       

En vídeos promocionales de El Chivo hasta una Ranchera escuché. A los desaciertos se añade, el cuadro de un pintor mexicano regalado a un Presidente que era extremadamente nacionalista

Indignación es lo que sentí con el primer capítulo de la serie televisiva El Chivo, estrenada el pasado martes 23 de septiembre por UniMás, de Univisión. Esta cooproducción de las grandes cadenas Producciones RTI de Colombia y la Mexicana Televisa anuncia, desde ese fallido inicio, una imagen caricaturesca de uno de los episodios más cruento de la historia dominicana y latinoamericana.

Me incomodó el generalizado acento mexicano y colombiano de los actores. Molestó a mis oídos un cha-cha-chá utilizado como tema musical, pero no más que la interpretación de Quizás, quizás, quizás para iniciar una fiesta en el Palacio Presidencial, es de perogrullo el afianzamiento de “El Jefe” al Merengue, utilizado como propaganda y símbolo del Régimen “(…)el dictador llevó el ritmo a los grandes salones porque había sido excluido de algunos centros de la alta sociedad donde la música popular dominicana tenía las puertas cerradas, por lo que lo promovió  como una forma de vengarse del agravio recibido”.

En vídeos promocionales de El Chivo hasta una Ranchera escuché. A los desaciertos se añade, el cuadro de un pintor mexicano regalado a un Presidente que era extremadamente nacionalista; así como ver a un Trujillo y a un pueblo dominicano caucásicos.

Y eso sin hablar de algunas incoherencias históricas pues presentan a Trujillo como un ladrón de ganado y no como el guardia de la Academia de Haina que era.

En ese primer capítulo hasta hubo incoherencias dramatúrgicas pues se ve a Rafael Leonidas (por cierto casi nunca mencionan Leonidas sino solamente Rafael Trujillo), se ve a Trujillo matando al “dictador de la época, Eusebio Porras” y luego aparece una manifestación tres jóvenes contra el Presidente porque “las elecciones fueron fraudulentas” y no se vieron elecciones por parte. Horacio Vázquez, Estrella Ureña y La 42, brillaron por su ausencia.
Este no apego a los hechos históricos pudieeera tener cierta justificación por ser una obra de ficción, basada en la novela La fiesta de El Chivo, de Vargas Llosa.

Fuente  Loquellegaaqui

0 comentarios:

Publicar un comentario