Siempre muy querido por todos, Rubén Darío Aponte es de la cosecha de locutores de principio de los años 70 y antes de finalizar dicha década ya su nombre era popular o por canciones o por su trabajo en estaciones de radio de la capital dominicana.
La muy criticada Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), encuentra en Rubén Darío Aponte un defensor “a pesar de la inactividad muchas veces de la Comisión yo creo que hay que respetarla y hay que seguir lo que dice la ley, porque si no se cumple con la ley vamos a hacer un país de salvajes.
La Comisión de Espectáculos Públicos muchas veces no hace nada pero cuando la Comisión exige algo entonces le caen arriba, hay que apoyar la Comisión en ese sentido porque no todo el mundo puede ser locutor, ahora se han cogido en llamarse comunicador y yo lo que soy es un locutor, yo soy locutor, entonces los locutores deben de prepararse, la Comisión está cumpliendo un mandato de la ley simple y llanamente.
Ahora hay mucha gente trabajando que no tiene el carnet pero si tú trabajas cotidianamente como locutor debe estar por la regla”, precisó Aponte.
En diversas estaciones de radio por 40 años se ha recibido el trabajo en cabina de Rubén Darío, y en la actualidad es tan locutor como cualquier joven, voz que identifica programas y su espacio cada sábado por Dominicana FM “Meren-Salsa”, “siempre me gustó la comunicación y en el colegio donde yo estudiaba (Colegio Evangélico Central), me gustaba hacer presentaciones artísticas y de ahí estudie locución en la Escuela Nacional de Locución Otto Rivera”, recuerda Aponte.
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