Pobre Amara la Negra, no pega UNA

                                                 

Torpemente había estimado, pensado, esperado, deseado, que cuando se hizo el frugal anuncio de que Amara La Negra retornaba al laboratorio de “experimentaciones siderales”, traería una propuesta saludable, que como buena “terminator” le permitiría mutuarse, acopiando elementos propios de la música urbana, con el inevitable ser artístico ciudadano que permea a quienes tratan de alcanzar popularidad y propaganda, merced a los atributos y condiciones que les son propios.

Pero es una lástima que está chica, que se dice siempre estar motivada y cargada de buenas intenciones, al primer astibo, se desmadeje, contraviniendo consejos que le deberían servir para reintarse de otra manera en el medio.

Amara, como si se tratara de un androide iterativo, vuelve a recurrir a los escándalos, recurso este que ya en el pasado no le dio resultados, y que la obligaron a dejar la plaza, y a retornar a su casa en Miami, dejando aquí la estela de una imagen amorfa, intentando coger allá  un airecito que no estuviera tan enrarecido.

Lo extrañó es que haya regresado a hacer lo mismo.

Debería entender que eso no reedita. Que el del escándalo es un recurso de gente que no tiene talento, ni motivaciones verdaderas y auténticas… Que ello, aún cuando provoca y llama la atención, en materia de sustentación y de permanencia en la carrera de un artista, no es aconsejable.
Failure to think courageously and ahead of the curve will not lead us anywhere, and will prevent us from arriving at more 

De payasitos está lleno el parnaso, y no a todos hacen reír ni entretienen.

Una pena que un producto, que debería estar terminado, como Amara La Negra se proponga con un precio tan barato en la góndola del supermercado.

Estar siempre en especial abarata la imagen. No hay que consultar los manuales de mercadeo para saberlo.

Fuente  Niurka Baez