SANTO DOMINGO.-Más que el piano, instrumento con el cual se destacó, a Jerry Vargas le encantaba tocar la guitarra, y lo hacía tan bien que amigos y allegados le pagaban para que les cantara serenatas a sus novias en su provincia natal, San Francisco de Macorís.
“Cuando tenía unos doce años yo cambiaba mi comida por una guitarra y con el tiempo esa fiebre fue tomando fuerza hasta que me convertí en un músico profesional”, dijo Vargas.
Para esta época (1968) se enteró que en su comunidad de origen, Las Guáranas, unos jóvenes planeaban formar una orquesta de merengue y se les acercó para que lo integraran.
Su intención era estar en un grupo y lo logró. Tiempo después se necesitaba un pianista y se vio obligado a estudiar ese instrumento. Para ello se trasladaba todas las tardes a la academia de música municipal.
En 1970 fue integrado como pianista a El Combo Candela, agrupación musical de Nagua. De ahí pasó a la orquesta de El Charro Mejía, en Pimentel.
Para 1972 se radicó en Santo Domingo y empezó a tocar con grupos profesionales como La Gente del País, Los Hermanos Rosario y La Santo Domingo All Star.
“Estando con El Combo Candela vinimos a grabar un merengue a Radio Guarachita y en uno de esos viajes decidí quedarme en la Capital y luego de eso fue que participé con todos esos grupos musicales”, dijo “El Nazareno”, como también se le conoce.
En 1982, luego de más de una década haciendo música para otros grupos, a “El Nazareno” se le ocurrió formar una orquesta que llevara su nombre.
Aprovechó que La Gente del País estaba a punto de desintegrarse y atrajo a varios de sus miembros, como Nelson Gil, para completar los integrantes de su proyecto.
Con el tema “El huevero” Jerry Vargas se dio a conocer como director de orquesta, pero éste fue prohibido por la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), al igual que el merengue “El hijo de la ruta”.
Discografía
Llegó el hombre 1984
El regreso del hombre 1985
El Nazareno 1986
Libre 1998
Candela 1989
Desnuda 2000
Fuente Extraído del libro Merengueros, de Fausto Polanco
0 comentarios:
Publicar un comentario