Kim Kardashian, que alcanzó en Estados Unidos el rótulo de celebridad tras su paso por un reality show (sin otro mérito que el de sus atributos físicos), le impuso a su actual esposo Kanye West una obligación insólita: bañarse hasta 30 veces antes de tener sexo.
¿Por qué? Según West, revelador de esta anécdota, Kardashian, de 34 años, le pidió esos 30 baños antes de mantener relaciones sexuales, para limpiar así cualquier rastro que haya quedado de su novia anterior, la pulposa Amber Rose.
Vale aclarar que las relaciones entre Kardashian y Rose no son precisamente buenas. Esta semana, la modelo Rose -quien periódicamente sube videos eróticos a las redes sociales- dijo que Kardashian era una chica fácil, usando otras palabras,claro.
Para olvidar el mal momento, Kim compartió está semana en Instagram una foto maternal, donde se la ve a su hija North West (20 meses) junto a una suya cuando tenía esa misma edad. Ambas lucen prácticamente iguales. “Me encanta ver estas (fotos)”, escribió orgullosa, y aseguró que espera enseñarle a su hija el “sentido de la moda”.
Wayne, rapero y productor musical, quedó en el medio de la guerra mediática de su actual y su ex, guerra que está dando réditos en las redes sociales estadounidenses y al parecer le costó varias duchas. No sabemos cómo saldrá de allí. Pero sí que, por el bien de North, su hija, deberá buscar una buena escuela.
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