En la presente campaña electoral de Acroarte se están viendo algunas acciones insólitas.
Por ejemplo, demandar a Acroarte porque cumpliendo con los estatutos y reglamentos de la institución sólo se le permitirá votar a los miembros activos.
Miembros pasivos, que perdieron su derecho a voz y voto, pretendiendo chantajear a la Junta de Elecciones para que les permitan votar.
Entre ellos algunos que nunca acuden a nada de Acroarte ni les ha interesado la institución.
La verdad es que está raro eso, de hasta ir a la justicia para que les permitan votar, sabiendo de que no hay manera de que eso pueda ser posible, porque los reglamentos dicen claramente que los miembros pasivos pierden ese derecho.
¿Cuál es el afán? ¿Qué hay detrás de eso?
No vamos a hacernos eco de lo que anda en la boca de la farándula, en torno a lo que se mueve.
Si creemos que es una muestra de debilidad el que se pretenda ganar unas elecciones sólo si votan los miembros pasivos.
Tal parece que hay una de las planchas que nada tiene que buscar si las elecciones se hacen dentro del plano de la legalidad y solo votan los miembros activos.
Por lo demás, debería darle verguenza a ciertos miembros pasivos, que nunca participan en las actividades de Acroarte y que sólo quieren votar, asumir esa actitud tan descarada.
Con eso le dan la razón a las versiones que andan en los mentideros de Acroarte, de lo que se está moviendo "por abajo" en estas elecciones.
La junta de elecciones tiene que plantarse de manera muy firme, actuando en el plano de la legalidad, para enfrentar el chantaje, donde se llega al extremo hasta de usar “el cuco de la Cervecería”, una empresa que nunca se mete en los asuntos internos de Acroarte.
Pero, la maldad, y la desesperación, llevan gente a la locura.
Tanto que le dijimos a la candidata Emelyn Baldera que se alejara de ciertos “sepulcros” que tratan de “blanquearse”, y no nos hizo caso.
Tomado de Merengala
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