


Ya habíamos dicho que Toño Rosario estaba en su mejor momento.
Que “Dale, Vieja, Dale” lo había traído de regreso a un protagonismo primario en el fervor del público, y de paso le ha dado una especie de respiración artificial merengue.
Ello lo ha llevado a los grandes escenarios, como lo demostró cuando apareció en el aniversario de sus Hermanos Rosario en el Teatro United Palace, que se robó el show cuando apareció desde el fondo de la platea.
Ya en Navidad había tenido una amplia y cotizada cartelera, y en El Soberano ganó el premio como Orquesta del Año, y no ganó obtuvo el de Merengue del Año con “Dale, Vieja, Dale”, por ser de composición extranjera y no criolla.
Pues anoche, en la celebración del primer Aniversario del Anfiteatro de Puerto Plata, volvió a sentar reales.
Ataviado con un abrigo al estilo de los de Bisonte hizo su aparición en un escenario lluvioso, como fue toda la noche del espectáculo, y no obstante eso, encendió al público de una manera increíble, como ningún otro en la cartelera de la celebración.
Dos veces hizo su versión de “Dale, Vieja, Dale”, en medio de la algarabía y la efervescencia de la gente, y fue el más aplaudido de la noche, pese a que habían verdaderos pilares de la música popular, respetables por demás, como Johnny Ventura, quien también fue uno de los más celebrados, con su estilo inconfundible cuando está sobre un escenario , al igual que Mozart La Para, otro “verdugo” cuando está en la pista.
De Johnny hay que decir que como experto y veterano sabe escoger el lugar que más le conviene cuando forma parte de una cartelera artística ampliada.
No es de los que quieren cerrar el show, como le sucedió al puertorriqueño Tony Dice, que fue el penúltimo en salir, casi a las 3:00 de la madrugada, y mucha gente, aunque lo quería ver, se marchó del lugar, dejando el anfiteatro medio vacío.
Y no digo yo marcharse, con toda la agua que estaba cayendo, que se identificó cuando salió a escena Tony Dize.
En eso el Caballo no cae en gancho de querer cerrar ningún espectáculo, y pide que lo pongan de primero, y como dice su merengue “el que venga atrás que arree”.
Fuente Externa .
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