
Hay comentarios en el sentido de que el premio Soberano está frío, que no se siente como en otros tiempos.
Ya el Soberano está como las navidades, que siempre que llegan hay gente que encuentra que están frías...
Son inevitables las comparaciones.
Pero nadie se detiene a reparar en un detalle...
La efervescencia quizás no es la de antes, debido a que no hay los bonchinches, pleitos, quejas, protestas, de otros tiempos, que después de todo "calientan" y le da sazón a la premiación, eso nadie lo puede negar.
Cuando en un premio todo el mundo se queda callado, tranquilo, nadie habla, ni hay protestas, es natural que se sienta frío.
Podrá estar muy bien, talvez, en cuanto a escogencia, pero pierde "betún".
Es paradójico...Parecería como si las protestas fueran un mal necesario.
Sobre todo en un país donde nadie quiere admitir que pierde en buena lid.
Verbigracia las elecciones presidencias , congresionales, municipales, en las que siempre se alega fraude, uso de los recursos del Estado o que la junta está vendida...
Fuente Externa

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