

Cuando era periodista en Cúcuta, Colombia, su nombre era Alejandra Omaña. Hoy, como actriz porno, se hace llamar Amaranta Hank.
Tiene 24 años y varios de ellos los dedicó al periodismo y la promoción cultural. Pero un día prometió en Twitter que se desnudaría si su equipo favorito de fútbol, el Cúcuta Deportivo, ascendía en la tabla. Y se desnudó.
A partir de ahí descubrió una veta de su personalidad que, declaró al portal RT, “era una decisión que tenía aplazada por temor a lo que pudiera pensar la gente, mi familia, pero a finales del año pasado sentí que ya había terminado un ciclo en el periodismo”.
Varias amenazas contra su vida la orillaron a mudarse a Bogotá, donde explotó su deseo: convertirse en actriz porno.
Su primer video porno muestra a la naciente Amaranta Hank vestida de monja que, después de rezar un rosario, se masturba frente a la cámara. El clip le valió el rechazo de su madre y su familia, pero decidió que no se dejaría llevar más por lo que llama “una sociedad hipócrita, de doble moral, que es absurda”.
Alejandra o Amaranta, según sea el caso, argumenta que la pornografía tiene un lado educativo y pedagógico del que incluso escribe en algunos medios de su país.
Fuente Externa

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