Rosalía Rodríguez: “Un micrófono es una arma altamente peligrosa”

                                      
Por Yissu Taveras

 LA VEGA.-“El que hace uso del micrófono debe saber que tiene en su poder un arma altamente peligrosa. Y lo peor del caso es que cualquiera usa esa arma sin el seguro y se vuelven sicarios de la comunicación y de las reputaciones, no poseen responsabilidad alguna”, comentó la veterana de la locución Rosalía Rodríguez.

Asimismo dijo que para los cabezas huecas es más importante la “belleza”, el estereotipo, y aseguró que lo más esencial es la inteligencia.  Soy una muestra de eso,  no soy del molde, ni esquelética, ni tengo cirugías,  más que una cesárea,  ni extensiones, considerándose una mujer normal, pasada de peso, con arrugas, con hijos, nietos y situaciones,  pero ha permanecido por casi 3 décadas,  que no es rica, pero tiene respeto, explicó a Radio Notas.

Rosalía Rodríguez es una mujer común y corriente,  con la dicha de un talento que no se ha visto truncado ni siquiera por ella misma.  Se define como un instrumento de Dios,  que vive y goza la comunicación,  tanto como comer, cocinar, dormir y leer.

Una dama temperamental y apasionada que defiende sus puntos de vista a rajatablas, no  le importa si le causa disgusto a algún poderoso.

Empezó en el año 1986 a la edad de 13 años en Ondas del Valle, La Vega,  porque su papá descubrió que era necesario canalizar su energía. En ese momento sirvió de soporte un amigo de su padre llamado  José Antonio Gómez Duran.

Te cuento que a  la segunda semana de visitar y participar en ese programa,  me preguntaron si me atrevía a leer al aire un anuncio o mención,  dije que sí con temblores, pero lo leí,  aparentemente bien y así comencé a enamorarme de la radio, citó Rodríguez.

A la tv entré hace unos 20 años, pero, sinceramente,  no me gustó,  me pareció muy poco personal, obvio,  no tenía la razón,  pero la hice a un lado y seguí con mi gran amor;  la radio. Ya luego me vi prácticamente obligada a asumir el reto, con la reticencia propia y hasta “desarreglada” a veces, para demostrar que no es imprescindible la parafernalia de estos días,  donde la “producción ” del talento es pesadísima y odiosa, según yo, (maquillaje,  peinado,  ropa) porque lo demás,  me muero diciendo,  que lo tengo, destacó.